Realidad aumentada, diversión aumentada / Criticar por criticar o no

Realidad aumentada, diversión aumentada

La Rosa Púrpura de El Cairo (Woody Allen, 1985) establece una dinámica intrincada entre realidad y ficción, de similar manera a Ocho y medio (Fellini, 1963) o la serie Lost, salvando las distancias. Pero si en algo coinciden es en hacernos vislumbrar la posibilidad de mundos paralelos, realidades alternativas u oníricas que pueden ser tan reales -y no hablo de enfermedades mentales- como la vida real, o esa que consideramos convencionalmente como tal. ¿Existen otras dimensiones de las que no somos conscientes?

En este sentido, creo que las referencias literarias (Philip K. Dick, Michio Kaku) y cinematográficas (Twin Peaks, Origen, Doce monos) han ido allanando el camino a la hierática distinción entre realidad y ficción, los límites han quedado difuminados y todo ello ha dejado abierta la puerta a la imaginación, incluso a que veamos con buenos ojos a la tan cacareada realidad aumentada: una realidad mixta que se deriva de la interacción entre elementos reales y virtuales, que admite la interacción y se visualiza en 3D.

La realidad aumentada nos presenta el contexto de una forma diferente -mixta, ya lo hemos dicho-, pero además enriquece (recuerden el “cueces o enriqueces”) nuestras posibilidades a la hora de exprimir todo lo que nos rodea. ¿Imaginan el hogar del futuro? Pasen y vean:

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Herrera Linares, el español que inventó el traje espacial en 1935 / Terra Incógnita

España podría haber sido pionera en la carrera espacial. Todo gracias a la inventiva, conocimientos y dedicación de un español que se enfrentó a Franco. Su nombre, Emilio Herrera Linares (Granada, 1878), quien llegó a ser Presidente de la República en el exilio y hasta mantuvo sus más y su menos con Einstein.

Y no es sorna. Sino una realidad que sale a la luz pública tras el trabajo de investigación realizado por Ignacio Hidalgo y Juan Lanchares, dos profesores titulares de la Universidad Complutense de Madrid que, en realidad, investigan sobre la Computación Evolutiva (resolver problemas de diseño y optimización reales con programas basados en la naturaleza).

Tras hacerme eco de la noticia, no he podido resistirme y me he lanzado cual hiena periodística de aguzado olfato tras las fuentes. Quiero saberlo todo sobre un personaje tan literario. De Ciencia Ficción, vale, pero literatura al fin y al cabo.

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Jordi Costa y Lost / De series / Segundo capítulo

Como ya conté en un post anterior, estoy haciendo un taller sobre nueva ficción televisiva con Jordi Costa al frente. Léase, hablamos sobre series. Como cada miércoles, hasta que llegue a su fin, les contaré aquí lo ocurrido allí, a modo de serial 2.0.

En este segundo capítulo del taller seguimos con Lost y sus universos paralelos… ¿Es la isla el limbo, un lugar sin tiempo, un punto místico de encuentro, una creación colectiva, un paraíso portátil?, se pregunta Costa. Al final, se trata de un relato fragtal que se va ramificando, complicando, que tiene una estructura abierta y busca la sorpresa constante, una escalada por el puro asombro. Lost es la sorpresa a cualquier precio donde la muerte es algo provisional, incluso los nombres o las relaciones -afirma-.

Demos ahora un paseo por los antecedentes de Lost y por los libros que recomienda Costa para no perderse en otras dimensiones, ni siquiera en ésta.

ANTECEDENTES DE LOST

THE TWILIGHT ZONE, serie

THE PRISONER, serie

THE SINGING DETECTIVE, serie

TWIN PEAKS, serie



LIBROS PARA NO PERDERSE EN OTRAS DIMENSIONES, NI SIQUIERA EN ÉSTA

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Tiempo de reflexión_de la ciencia ficción a la realidad

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¿IMAGINAN CÓMO SERÁ EL MUNDO DENTRO DE 50 AÑOS?

Pues bien, si no están para estos trotes, yo tampoco, British Telecom (BT) ha hecho el esfuerzo por nosotros (sin necesidad de recurrir a las profecías de Nostradamus) y afirma que “en 2046 se habrá consolidado la energía nuclear de fusión, en 2041 existirá una pequeña ciudad en la Luna, en 2036 tendremos el primer ascensor espacial, en 2031 los robots serán más inteligentes que nosotros, en 2026 habrá combates de boxeo entre androides, en 2021 los yogurts nos contarán chistes, en 2016 los coches serán pilotados automáticamente, en 2017 podremos ir de vacaciones a un hotel en órbita, en 2011 los robots cuidarán nuestros jardines y el ordenador ya procesará más rápidamente que una persona”.

Tal y como indica Eduardo Martínez en Tendencias21, estos son algunos de los escenarios elaborados por el equipo de prospectiva tecnológica de BT, que prevé asimismo para 2051 comunicaciones telepáticas generalizadas y la transferencia de la información contenida en un cerebro humano a una máquina.

No se asusten, no es la primera vez que BT realiza este ejercicio: asegura Martínez que uno anterior realizado en los años noventa alcanzó un grado de exactitud de entre el 80% y el 90%. Ahora ya se pueden asustar.

Haciendo alusión al titular, de la ciencia ficción a la realidad hay sólo un paso o, como diría un escéptico, muchos intereses particulares (económicos) y, pese a ello, el mundo camina hacia delante y en sólo medio siglo todo nuestro entorno habrá cambiado (hacia mejor, esperemos). De ejemplos andamos sobrados, pero aquí vamos a hablarles de dos que, últimamente, han llamado nuestra atención: los códigos de barra inteligentes y las carreteras solares.

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CÓDIGOS DE BARRA INTELIGENTES
Los productos de consumo vienen etiquetados con un código de barras que los identifica y aporta determinada información al respecto. Bien, pues en este caso, dicho código, el Fresh Code, se aplica a frutas y verduras y va evaporándose conforme pasa el tiempo, lo que permite a los consumidores finales comprobar el grado de frescura de los mismos sin necesidad de confiar sólo en sus instintos a la hora de hacer la compra en el supermercado. Es más, alcanzado determinado nivel del producto, resulta imposible que sea cobrado por los lectores de barras.

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via Yanko Design
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CARRETERAS SOLARES
Las carreteras solares ya están aquí. Al menos, si hablamos de prototipo. Son carreteras mucho más respetuosas con el medio ambiente, hechas de paneles fotovoltaicos (sustitutos del asfalto actual) que utilizan las luces LED (Light-Emiting Diode) para la señalización vial.

Son capaces de auto-abastecerse (tal vez, de generar energía incluso para otros usos: casas, edificaciones, industria, recarga de coches eléctricos) y reducir los efectos de los gases invernaderos (evitando las emisiones de CO2 de las carreteras tradicionales), pero también de aumentar la seguridad vial a través de la señalización inteligente de la carretera (indicar atascos, accidentes, líneas continuas y discontinuas en función de las necesidades de la circulación).

Un sistema que, además, permite, llegado el invierno y las consecuentes nevadas, generar el calor suficiente para deshacer el hielo de las carreteras evitando las posibles consecuencias negativas, así como reducir el uso de cloruros (sal), ya que suponen un impacto negativo sobre el medio ambiente.

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via Solar Roadways

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Señores, señoras, esto no ha hecho más que empezar. Que cincuenta años no es nada y nosotros lo veamos. Todo parece indicar que el futuro tendrá mayor similitud con “El quinto elemento” (Luc Besson, 1997) que con “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982).

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PUBLICADO POR LA QUE ESTO SUSCRIBE EN YOROKOBU.ES

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Otra PELÍCULA es posible_Moon

MOON

Dir. Duncan Jones
Fecha de estreno: 09/10/2009

Moon podría ser el resultado de una aleación casi perfecta entre el Stanley Kubrick de 2001: Una odisea del espacio (1968) y el Tarkovski de Solaris (1972). Dicho lo cual, si añadimos una espectacular (como siempre) banda sonora de Clint Mansell (recuerden Pi y Requiem for a Dream) podemos llegar al clímax total con este film.

La ópera prima del hijo del icónico David Bowie no decepciona en lo más mínimo y nos sumerge de pleno en una historia claustrofóbica que nos lleva a reflexionar sobre qué es la identidad del ser humano, en qué consiste, pero también sobre la deshumanización del mismo (no tenemos más que ver la relación que se genera entre empleador y empleado), la soledad y el rol de la inteligencia artificial en todo ello. El trasfondo, además, le sirve al realizador para poner sobre la mesa la extinción de los recursos naturales en nuestro planeta. Eso sí, no esperen espectáculo, efectos especiales o cohetes artificiales, en Moon todo es más íntimo, casi introspectivo. Sam Bell, nuestro protagonista, parece someterse a un doble viaje, uno al interior de sí mismo y otro al espacio exterior.

Moon se centra en las dos últimas semanas de estancia en el espacio de un técnico, el mencionado Sam Bell (interpretado magistralmente por Sam Rockwell, maravilloso actor, insisto), destinado en una base lunar con la única compañía de Gerty-emoticone (el robot con voz de Kevin Spacey), y responsable de la extracción de Helio3, cuyo objetivo es suplir a la tierra de material energético. Un accidente será el artífice de que todo se complique al máximo y lo que parecía sencillo ahora parece doblemente complicado. STOP. Dejo aquí mis comentarios acerca del argumento, no quiero estropearles la intriga ni hacer spoilers. Sólo comentarles que Moon es una de las mejores películas de 2009 y que no pueden dejar pasar la oportunidad de verla. Es absolutamente IMPRESCINDIBLE.

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Género: Ciencia-ficción

Reparto: Sam Rockwell, Kevin Spacey (voz robot), Dominique McElligott, Rosie Shaw, Kaya Scodelario, Benedict Wong

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TRÁILER

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MÁS INFO: www.sonyclassics.com/moon

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Terra Incógnita_El mapa del tiempo

FÉLIX J. PALMA

El mapa del tiempo / Ed. Algaida

¿QUÉ ME ESPERA EN LA DIRECCIÓN QUE NO TOMO? Una pregunta necesaria e inevitable a la que intenta dar respuesta este maravilloso y adictivo libro.

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Ante la avalancha de novelas históricas (también vampíricas) que venimos sufriendo durante los últimos años, merece la pena destacar que no todos los que se dedican a esto del negro sobre blanco se suben al carro del éxito fácil. En El mapa del tiempo el escritor gaditano nos ofrece una novela laberíntica repleta de fantasías victorianas que desplaza idílicamente a sus protagonistas por la cuarta dimensión, el tiempo, en un intento a la desesperada de restaurar los errores del pasado y atesorar segundas oportunidades. «¿Qué me espera en la dirección que no tomo?», se pregunta Jack Kerouac en las páginas previas al relato. ¿Se convierten esas otras direcciones alternativas en mundos paralelos donde habitan otros yo? ¿Puedo cambiar el pasado? ¿Cómo afecta eso al presente?

El epicentro de la trama es el Londres de 1896. La empresa Viajes Temporales Murray abre sus puertas dispuesta a hacer realidad el sueño más codiciado de la humanidad: viajar en el tiempo, un anhelo que el escritor H.G. Wells había despertado antes con su novela «La máquina del tiempo». Pero como no existe paraíso sin serpiente, la posible fabricación de una máquina del tiempo arroja numerosas paradojas que veremos reflejadas a lo largo de la historia. Imaginemos que alguien viajara al pasado y matase a su abuela. En consecuencia, ese viajero nunca habría llegado a nacer. ¿Cómo, entonces, pudo viajar al pasado para perpetrar el homicidio?

Jack el destripador, el hombre elefante, Bram Stoker y el gran protagonista, H.G. Wells, entre otros, asoman entre sus trepidantes y adictivas páginas convertidas en homenaje a los comienzos de la ciencia ficción. Su autor, en continuo estado de gracia, utiliza con gran maestría su prosa y arremete con fuerza con sus creíbles vueltas de tuerca capaces de dejar al lector boquiabierto. Sin duda, una bocanada de aire fresco dentro de la producción literaria nacional que nos proporciona un sueño etílico y casi obsesivo a través de sus más de 600 páginas que le ha hecho valedor del XL Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

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RESEÑA PUBLICADA POR LA QUE ESTO SUSCRIBE EN LA REVISTA GO

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Más de Félix J. Palma

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Criticar por criticar o no

VIDA 2.0

Hablemos de redes sociales, de comunicación 2.0 (casi, casi, de vida 2.0). Hablemos de crisis mediática en su máximo apogeo, sobre todo, debido a dos factores clave: uno, la crisis económica mundial y dos, la revolución de los medios (bloggers, redes sociales y nuevas tecnologías mediante).

Hablemos de cómo la información -relevante o no- llega antes a nuestros oídos (correos y perfiles sociales) por vías distintas a las tradicionales (televisión, radio, periódicos, etc.). La inmediatez es, desde luego, una de sus virtudes. No tanto la movilización social, seamos sinceros.

Hablemos de la «cultura de la convergencia», es decir, de un cambio de paradigma donde «los contenidos fluyen por canales mediáticos, se da una interdependencia entre los sistemas de comunicación, existen múltiples modos de acceder a los contenidos mediáticos, la cultura se convierte en participativa de abajo hacia arriba y el consumo es una práctica en red».

Hablemos, pues, de Henry Jenkins, uno de los mejores analistas mediáticos y teóricos ciberculturales que también incorpora el fenómeno fan (on-line y off-line) a sus análisis culturales.

A estas alturas del post imagino que les ha picado la curiosidad. Lean, entonces, la siguiente entrevista. Dedíquenle parte de su frenético tiempo 2.0 a Convergence Culture, a Henry Jenkins. Y no duden en seguirle la pista. Su último libro, publicado en España por Paidós, lleva el significativo título de Fans, bloggers y videojuegos.

Tal y como se afirma en sus páginas, «los fans figuran entre los consumidores más activos, creativos, críticamente comprometidos y socialmente conectados de la cultura popular». Son «los representantes de vanguardia de una nueva relación con los medios de comunicación de masas».

HENRY JENKINS

«Los fans de la ciencia ficción fueron una red social antes de las redes sociales»


Texto publicado por Guillermo Zapata en LDNM

Hace unos meses dejó de dar clases de «Medios de comunicación comparados» en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). Desde allí Henry Jenkins escribió diversos libros en torno a las nuevas formas de participación cultural. Su última obra, Cultura Convergente, acaba de ser traducida y publicada por Paidós.
En un capítulo de tu nuevo libro hablas de una comunidad dedicada a intentar saber lo que va a suceder en su reality show favorito (Supervivientes) antes de que el mismo se emita. ¿Crees que es posible desarrollar este tipo de comunidades fuera del mundo de los fans?
Sí, lo creo. Se me ocurre que la llamada «revolución Twitter» que está teniendo lugar en Irán es un buen ejemplo sobre como las nuevas plataformas, unidas a la dispersión de nuevas habilidades sociales y culturales, están permitiendo formas de organización social que son informales y descentralizadas y, a la vez, capaces de producir un enorme impacto en la sociedad. Esto es lo que en el libro llamo «inteligencia colectiva»: la idea de que una comunidad formada por individuos con diversas habilidades puede poner en común sus conocimientos y resolver problemas que no pueden solventarse de forma individual. En Irán existe una generación que ha estado experimentando con una enorme variedad de canales. A través de unos encuentras datos sobre Michael Jackson, en otros recibes información política sobre lo que sucede en el resto del mundo. Han construido redes sociales que permiten conectar a los que viven en Teherán con aquellos que están en otras partes del mundo. Usan plataformas como Twitter o YouTube para hacer circular la información sobre lo que está pasando y así aprovechan las habilidades de la comunidad de iraníes dispersa por el mundo. Los tipos de alianzas que construyen son informales y temporales y, sin embargo, han conseguido atraer la atención sobre lo que está sucediendo de una forma que ningún medio masivo ha sido capaz. Si el gobierno bloquea un canal, los opositores lo rodean, porque se trata de una dinámica descentralizada. Evidentemente, queda por ver si la oposición iraní puede tener éxito derribando al gobierno y también cuánto tiempo lleva eso, pero es evidente que han conseguido ser muy efectivos dispersando información, desacreditando versiones oficiales y conectando sus apoyos por todo el planeta.

La mayor parte de los ejemplos que aparecen en Cultura Convergente pertenecen a algún tipo de género (ciencia ficción, fantasía, etc.). ¿Crees que es posible salir fuera de estos límites?
El fenómeno fan proporciona una estructura social pre-existente que junta a lectores activos y crea un contexto en el que pueden compartir conocimiento. El fandom en el ámbito de la ciencia ficción ha existido durante casi cien años. Forman una red social antes de que nadie teorizara sobre cómo funcionan las redes sociales, tal y como hoy las entendemos. Los fans se han relacionado crítica y creativamente con las historias de su entorno cultural y han construido una infraestructura y un conjunto de prácticas que sostienen sus actividades. Así que no es sorprendente que haya sido los primeros en adaptarse a la cultura convergente. Lo que es fascinante, sin embargo, es lo rápido que los consumidores que no son fans y no son geeks se están adaptando. Hace unos años, ¿quién podría creer lo masivos que se han vuelto fenómenos como YouTube o Wikipedia? Estas plataformas han podido ser lanzadas porque había una comunidad lista para experimentar con ellas, pero han llegado hasta su masa crítica porque estas comunidades han ayudado a educar al público general a vivir en este sistema cultural emergente.

¿Podrías definir brevemente el concepto de «narración transmediática»?
Es aquella que atraviesa numerosos tipos de canales mediáticos de forma estructurada e integrada dentro de cada plataforma, haciendo una contribución valiosa y específica a nuestra experiencia total. La idea de narración transmediática ha ido tomando forma a lo largo de la última década, aunque sus raíces se remontan a mucho antes. De alguna manera la narrativa transmediática es un doble producto de la presión producida por la consolidación entre la concentración de la propiedad de los medios y la producción de franquicias. Hay un fortísimo incentivo económico para una empresa que posee muchas plataformas mediáticas, ya que quieren conseguir audiencias en la mayor cantidad posible de plataformas. Aunque históricamente ha habido una tendencia a la redundancia, a la repetición de la misma información en cada canal mediático, la narración transmediática le da la vuelta para que cada plataforma complemente lo que hemos aprendido de los otros. Algunas de las pistas clave de Perdidos se podían encontrar a través de la serie de televisión, pero otras estaban dispersas en juegos online, en novelas, podcast o episodios para móviles. Puedes seguir Perdidos solamente a través de la televisión o tener una experiencia mucho más profunda si consumes estos textos complementarios. Como hay más información ahí de la que un solo espectador puede consumir, la comunidad de fans juega un papel fundamental para consolidar proyectos como Lostpedia (web de información sobre la serie organizada al estilo de Wikipedia). Lostpedia es un wiki generado dónde se condensa todo lo que sabemos sobre el mundo de la serie. Representa el conocimiento puesto en común de fans con intereses y especialidades muy diferentes. Además, es accesible para la mayor parte de los espectadores casuales que quieren entrar hasta el fondo de esta experiencia de entretenimiento de manera mucho más esporádica.

En el capítulo titulado «Las guerras de Harry Potter» hablas de un problema muy relacionado con la propiedad intelectual y las luchas en torno a este asunto. ¿Crees que es posible desarrollar algún tipo de narración colaborativa sin contar con la «rama principal» (Harry Potter, La guerra de las galaxias, Star Trek…? ¿O más bien necesitamos ese impulso desde el mainstream para desarrollar nuestras propias historias?
Está por ver. Hasta el momento, he tenido problemas identificando narrativas que nazcan desde la base sin la inspiración del mainstream y que hayan proliferado satisfactoriamente hasta alcanzar un número amplio de participantes. Esto puede deberse a la influencia continuada de los medios de comunicación de masas y los narradores profesionales a la hora de crear un espacio compartido con muchas formas de participación abierta en su seno. El narrador profesional puede proporcionar una riqueza en el detalle, una viveza en la caracterización, una complejidad en el diseño que ilumina nuestra imaginación. El sistema de distribución de los medios de masas permite que estas narraciones sean ampliamente reconocidas y que funcionen como lo que yo llamo un «atractor cultural». Eso propicia juntar a gentes con intereses comunes para construir la red inicial. A partir de estas semillas, la red puede crecer lo que hará que la narración vaya mucho más lejos de su concepción original y se expanda de una manera rica y muy satisfactoria. No tenemos los mecanismos culturales adecuados para inspirar y sostener desde la base este nivel de elaboración narrativa.

 

MÁS INFO:

Convergence Culture

Fans, blogger y videojuegos